Autopromoción de viviendas

La autopromoción de viviendas es una opción rápida, sencilla y económica de construir tu propia vivienda ahorrando entre un 20% a un 40% o incluso más sobre el coste de la vivienda. Por ejemplo, si una vivienda en tu zona está valorada en los 200.000€ esa misma vivienda, en un régimen de autopromoción, te puede costar entorno a los 140.000€ o menos.

¿Qué es la autopromoción inmobiliaria?

La autopromoción inmobiliaria significa construir nuestra propia casa a nuestro gusto, según nuestras necesidades familiares y personales SIN INTERMEDIARIOS. De este modo, construimos una casa completamente a medido. Esto resulta una clara ventaja a la hora de elegir esta opción, sin embargo, tiene ventajas e inconvenientes que debemos valorar.

Podemos encontrar distintos casos de autopromoción de viviendas:

Autopromotor

Cuando queremos construirnos nuestra propia vivienda individual en una solar o parcela que hemos adquirido.

Cooperativa de Viviendas

Este caso se da cuando un gestor incluye una empresa o Cooperativa de viviendas con la finalidad de atraer personas o particulares que quieran tener ahí su propia vivienda. En la Cooperativa de Viviendas existe una personalidad jurídica propia, es decir, que puede presentarse a sí misma a través de su gestor y por ello no necesita cooperativistas para ser representada.

En el caso de la Cooperativa de viviendas no es necesario que desde el inicio la totalidad de las viviendas estén adjudicadas, es decir, que pueden haber viviendas sin que tengan un propietario adjudicado, también pueden venderse viviendas a terceras personas o sociedades, sin que estas sean cooperativistas.

Comunidades de Propietarios

La comunidad de propietarios difiere de la cooperativa, la diferencia es que se trata de promociones de reducido tamaño y que la comunidad de propietarios no tiene personalidad jurídica, en este caso la representan los propios comuneros.

A diferencia de la anterior, ésta desde un inicio es necesario que todas las viviendas que se vayan a construir estén adjudicadas a cada propietario.

La autopromoción de viviendas: visión legal

Hablando desde un punto de vista legal, el autopromotor es la persona que, sin ser profesional, contrata a los profesionales necesarios con el fin de construir una vivienda destinada a su propio uso y disfrute. El autopromotor asume los riesgos derivados de la edificación en el suelo de su propiedad.

Legalmente no existen diferencias entre el promotor que construye para vender lo construido, y el que construye para su propio uso.

Ser autopromotor de tu vivienda es una opción más económica porque no existe un promotor, pero a la vez, se convierte en una labor difícil y estresante ya que no somos profesionales ni, normalmente, tenemos experiencia en ello. Podríamos decir que esto resulta un inconveniente. A continuación hablaremos de las ventajas e inconvenientes de la autopromoción de vivienda.

¿Cuáles son las ventajas de la autopromoción?

  • Construimos la casa a nuestro gusto, esto nos ofrece un resultado 100% personalizado a nuestras preferencias. Podemos escoger todos los aspectos relativos a su construcción y ubicación. También podemos escoger el terreno donde construir nuestro hogar, elegimos los profesionales que van a llevar a cabo la obra, decidimos la superficie, distribución, número de habitaciones… todo en función a nuestro presupuesto, necesidades y gustos.
  • Ahorro económico. Según los expertos, con la opción de la autopromoción nos podremos ahorrar un 30% del precio aproximadamente, que nos supondría comprar una vivienda de obra nueva a un promotor (su beneficio) y/o a una inmobiliaria.
  • Otro punto a favor que podemos encontrar es que podemos disfrutar de una vivienda en propiedad en el plazo de tiempo convenido. Este tipo de promoción nos permite posponer parte de la obra o realizarla por fases.

¿Cuáles son los inconvenientes de la autopromoción de viviendas?

  • Falta de conocimientos. Es el principal inconveniente que nos encontramos. La falta de conocimientos técnicos y el desconocimiento del proceso, y por lo tanto, la necesidad de contratar profesionales implicados en la construcción.
  • Tiempo e implicación. Esta tarea por descontado lleva mucho tiempo y un nivel de implicación muy alto. Esto puede generarnos mucho estrés.
  • Financiación. Puede resultarnos complicado acceder a la financiación adecuada, y es muy importante saber qué financiación podemos obtener del banco. Existe un tipo de hipoteca denominada hipoteca autopromotor, que nos permite obtener dinero a medida que la vivienda va avanzando en su construcción, siempre bajo la supervisión de un arquitecto que vaya supervisando el avance de la obra.